Lo que realmente me gusta de ser parte de un emprendimiento, es sumergirme en el universo de la identidad visual o del branding. Sí, mi mundo gira alrededor del diseño gráfico, no de las finanzas ni de las relaciones públicas (¡aunque a veces termine siendo la orquesta entera!).
Reflexionar sobre el concepto de marca que fundamenta cada emprendimiento. Plasmarlo en un diseño y convertirlo en una imagen clara que evolucione hacia una identidad visual atractiva, es un proceso que me cautiva profundamente.
Es sumamente gratificante observar el desarrollo de una identidad que no solo representa, sino que completa demanera coherente la oferta que alguien aspira a presentar al mundo. Sin duda, es una actividad que despierta mi pasión y estimula mi ingenio profesional.
Al fin y al cabo, la primera impresión es visual y, muchas veces, decisiva.
Es un desafío buscar los elementos que darán consistencia a la identidad visual. Ya que esto asegura una experiencia de cliente coherente, lo cual es crucial para la fidelidad a la marca.
Cuando los consumidores reconocen y se familiarizan con los elementos visuales de una marca, es más probable que la busquen y la prefieran sobre otras
Por estas razones, el diseño gráfico es algo muy serio. No es solo una cuestión estética, sino una estrategia integral que puede determinar el éxito de un emprendimiento en un mercado competitivo.